Las políticas de recortes presupuestarios que ha mantenido el Ejecutivo desde hace varios años ha limitado a la atención de la infraestructura de la Universidad de Carabobo (UC). Existe un déficit de atención por diferir gastos interno que pudiera pasar factura en cualquier momento.
Algunas estructuras tienen problemas de humedad, impermeabilización, las bibliotecas están dotadas de libros viejos, los laboratorios de computación están con máquinas desfasadas y no se han podido adquirir vehículos. “No se ha podido comprar nada”, lamentó José Ángel Ferreira, vicerrector administrativo.
Los problemas de aires acondicionado es un problema grave en la universidad. Por un lado porque es gasto de funcionamiento y porque a nivel nacional se registran inconvenientes para conseguir repuestos.
La inversión fuerte de Planta Física se paralizó en el año 2008 porque la partida fue centralizada en Caracas, desde ese entonces esto ha provocado que en la casa de estudios no se registre una modernización profunda. Esto se ha traducido en deterioro.
Desde ese año, los recortes presupuestarios comenzaron a evidenciarse. Las partidas estudiantiles se agotaban rápidamente, así como para el funcionamiento interno de la universidad, pues los gastos no daban para mantener durante todo el año las aulas de clases, laboratorios y asuntos más básicos como la impresión de exámenes.
Miembros de la casa de estudios se han visto obligados a la sustitución progresiva de la tecnología y muchas cosas que financiaba la universidad, como las hojas de exámenes, ahora lo hacen los interesados. “Los controles de estudios dejaron de publicar en papel y muchas asuntos se manejan vía web”.
El cambio de política se acentuó en el 2010. Los sueldos se presupuestaban una parte por el presupuesto ley y otra se solicitaba por auxilios financieros, que se enviaban a través de créditos adicionales, lo que fue una novedad.
Enviar los salarios por créditos adicionales se volvió una costumbre. Los problemas se registraban en los gastos de funcionamiento, porque nunca tuvieron el incremento de la inflación ni de las necesidades de crecimiento de la institución, señaló Ferreira.
La UC mensualmente tiene que pedir el diferencial de la nómina. En el 2014 se solicitaron al menos 20 créditos adicionales, sin embargo se logró cumplir satisfactoriamente con providencias estudiantiles y con el personal. Quedó pendiente atender la deuda material, infraestructura y compras. “La políticas de créditos adicionales son algo difícil de manejar porque no permite una sana planificación financiera. Es un proceso que nos mantiene todo el año en cálculos y reclamos”.
Para el 2015 los recortes se mantienen. La UC contará con un presupuesto ley para siete meses y funcionamiento para cinco, cuando en el 2014 alcanzaba para diez y siete para funcionamiento.
Reducir Gastos
Para este año se tiene previsto reducir gastos de las empresas de vigilancia. Se tiene pensado sustituir parte de la fuerza de seguridad privada por obreros de la casa de estudios, quienes serán formados y entrenados previos y posteriormente. Se estima incorporar en el primer trimestre del año a 110 trabajadores en la vigilancia interna. “Se realizará un intento porque el Ejecutivo es más generoso con los gastos de recurso humano de la universidad”.
